Lo primero y más difícil de este sueño es tomar la decisión.  Implica lanzarse a la aventura, dejar todo por un tiempo incierto y abandonarse por completo al destino confiando sólo en el caballito de metal y nuestra pericia. La moto debe ir en inmejorables condiciones y realizársele una revisión profunda de toda su parte mecánica es fundamental.  Nuestro conocimiento de la máquina debe ser  profundo ya que una vez inicia la aventura sólo se tienen el uno al otro. Después, hay otro punto fundamental, verificar que la papelería de la moto esté al día, pues se cruzarán varias fronteras y en todas es indispensable presentar la matrícula que debe estar a nombre del piloto para evitar inconvenientes, de no ser así hay que llevar autorización del dueño autenticada en notaría, pero esta segunda situación no es lo más recomendable. La licencia de conducción, es apenas lógico que será requerida en cualquiera de las rutas. Algunos países exigen un seguro, por lo que es recomendable comprar con antelación uno que cubra todo el cono sur. Ah, y un seguro adicional para el piloto, que cubra cualquier eventualidad de salud no está de más.

Los costos del viaje son muy variables, dependiendo del tipo de travesía que se quiera realizar y el tiempo que se haya destinado para este fin. Hay quienes trabajan durante el viaje, en algún arte (música, pintura, artesanías etc.), otros   hacen intercambio en los hostales donde trabajan por unos días a cambio de hospedaje y comida, y  también hay quienes viajan pagando su hospedaje en cada lugar al que llegan. Hay que tener en cuenta que la economía fluctúa constantemente por lo que se recomienda viajar con una tarjeta de crédito para alguna emergencia, a la vez que no es recomendable cargar mucho efectivo por temas de seguridad.